DE LA CONTABILIDAD MANUAL A LA CONTABILIDAD DIGITAL



Es increíble cómo ha evolucionado la contabilidad en los últimos tiempos.

Como no recordar aquellas épocas cuando trabajábamos en grandes libros contables, al abrir sus hojas para realizar los registros ocupaban todo el escritorio. El análisis de cuentas era un cuento aparte. Teníamos que poner libros sobre libros para sumar los saldos de las cuentas en forma correcta. Las sumas eran manuales. Utilizábamos sumadoras robóticas accionadas manualmente cuyo “software” eran cartones agujereados, algunas con teclas tan duras que nos sacaban cayos en los dedos. Luego fueron reemplazadas por calculadoras eléctricas; pero en ambos casos, la cantidad de “winchas” (o contómetros) se acumulaban en ingentes cajas de rollos, que además se tenían que validar con lápiz en mano para asegurarnos que no haya errores.

Sólo los colegas mayores se acordaran de lo descrito, una anécdota que nos puede llenar de melancolía. Para los colegas jóvenes sólo es historia contable, una anécdota del pasado sin sentido porque no lo vivieron. De la contabilidad manual hemos pasado a la contabilidad computarizada. El usuario registra la transacción en el software contable una sola vez y todas las cuentas se actualizan automáticamente. La información es compilada con rapidez asombrosa.

Todas las empresas deben llevar un registro de sus ingresos y gastos. Para algunos, la idea de lidiar con hojas de cálculo, libros contables y hojas de contabilidad es aterradora. Sin embargo, la contabilidad computarizada es un gran alivio para esta carga laboral. Ahora ya no es necesario imprimir el trabajo contable en hojas autorizadas. Pues, los famosos libros oficiales ahora son presentados virtualmente. La SUNAT se ha sumado a la automatización requiriendo solamente libros electrónicos a través de un aplicativo llamado PLE.  Ahora tenemos la obligación de declarar los registros y asientos contables a través de medios electrónicos, e ingresarlos de forma mensual a través de la página de internet de la SUNAT.

La contabilidad manual y sus procesos no estaban cumpliendo hace mucho tiempo su objetivo principal, el cual siempre ha sido (y será) proveer de información oportuna y confiable, que apoye eficientemente la toma de decisiones en las empresas. El avance de las tecnologías de la información se juntó con la necesidad de contar con información oportuna y en tiempo real, como resultado estamos ante una constante evolución de la contabilidad. Ello se traduce en un ahorro de tiempo importante y mejor calidad de vida para nosotros los contadores.

Ahora tenemos nuevos requerimientos. Necesitamos de personal que conozca el sistema y a la vez que conozca de sistemas de contabilidad. Sumado el elemento humano idóneo con la tecnología ahorramos tiempo entre la producción del hecho económico y su contabilización. Adaptarse al nuevo entorno tecnológico es un desafío complejo que implica, sobre todo, un gran cambio cultural, cuyo tema será tratado en otro artículo relacionado sobre la transformación digital en las empresas.

Victor Huarez
Gerente de Outsourcing


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