CONTADOR ¿ESTÁS PREPARADO O ESPERAS UN GOLPE DE SUERTE?
Estimados amigos quiero compartir con
ustedes una triste historia. De ésta podemos obtener importantes conclusiones
acerca de la responsabilidad (o irresponsabilidad) que tenemos en relación al desarrollo
de nuestra carrera. Esto no es un sermón. A estas honduras de mi vida no creo
estar en condiciones de pontificar acerca del comportamiento profesional de mis
colegas. Sólo quiero narrar, por el prurito de hacerlo, dos hechos que
ocurrieron con 18 años de diferencia de ellos podemos sacar importantes
conclusiones respecto de nuestra carrera y a dónde queremos llegar con ella.
El primer hecho anecdótico ocurrió hace un
par de semanas. Estaba cerrando el día en mi oficina. Terminando de enviar unos
correos. A punto de partir a casa. Una última chequeada al celular me indicó
que había un mensaje emergente en facebook. Era alguien que no estaba
entre mis contactos. Pero su nombre era familiar. Acepté el mensaje y comenzó
la conversación. Era una amiga de los días de universidad. A continuación
reproduzco la conversación:
- Hola, ¿cómo estás?, veo que andas ocupado con tus cursos
– preguntó mi ex compañera.
- Hola que gusto – respondí – tantos años.
- Un favor ¿Tendrás algo de flujos de efectivo proyectados?
- ¿Cómo algo? ¿Puedes explicarme algo más? – no entendí la
imprecisa pregunta.
- Si. Mira. Mañana tengo una entrevista de trabajo, me
dijeron que esta empresa trabaja con proyecciones de flujos, y eso me preguntará
en la entrevista.
No es necesario contar más detalles de
esta conversación, la que terminó cuando envié un formato de preparación de
estados financieros proyectados. Espero le haya sido de ayuda. Aunque lo dudo. Luego,
manejando rumbo a casa me asaltó el pensamiento un recuerdo universitario
vivido con la misma persona. Sucedió en 1999 en el claustro universitario de la
PUCP. Me encontraba disfrutando de mi desayuno servido en la cafetería El
Moscovita, una mañana cualquiera, durante la semana de finales. A mi
costado se acomodó mi estimada compañera de carpeta.
- ¿Hola qué haces? - preguntó mi compañera.
- Nada, aquí, desayunando.
- ¿No estudias? Me dijeron que al profesor le gusta
preguntar por el ajuste por inflación.
- Ya lo estudié.
- Uy sí.Uy sí! YI LI
ISTIDIÉ!!!- respondió mi compañera con tono burlesco.
Estimados colegas y amigos, 18 años
separan a estas dos historias reales. Como dije al inicio de este artículo, no
voy a actuar como sacerdote en su púlpito, dictando el comportamiento de la
feligresía contable. Lo que voy a pedir es solamente que reflexionemos
alrededor de las siguientes preguntas: a) ¿Usted estudiaba solamente para el
examen?; b) ¿Usted se prepara solamente para afrontar entrevistas laborales?.
Una vez leyendo al inmortal Miguel Ángel Cornejo (que en paz descanse) me encontré con esta historia: Al
sur de Alemania, un hombre de mediana edad heredó la casa antigua de una tía
bisabuela que no sabía que existía. Al llegar a la casa pensó en encontrar “las
joyas de la abuela” o al menos algo que pueda revenderse del cual obtener abundante
dinero. Grande fue su decepción al no encontrar algo, que a sus ojos fuera,
valioso. Junto todo lo que había dentro y lo vendió en un mercado de pulgas
cerca del centro de la ciudad. Al terminar el día recibió la visita de su
compadre, a quien le contó su mala suerte. “No encontré nada valioso”, se
quejó. Sólo muebles viejos, lámparas antiguas, un baúl que parecía tener mil años.
Dentro solamente una vieja biblia. Que ni siquiera podría venderse como algo
antiguo porque estaba toda rayada en los márgenes por un tal Lutero. Además la
edición era de una imprenta desconocida, de un tal Gutenberg.
Concluía el señor Cornejo diciendo que: cuando
más preparado estoy, más suerte tengo. Amigo lector conecte esta historia con la historia de mi amiga.
Busque los puntos de intersección. Deseo que nunca se encuentre en la
encrucijada de no aprovechar una oportunidad por no encontrarse preparado.
Deseo que tenga suerte, aún mejor deseo que siempre esté preparado para
aprovechar las oportunidades. Así siempre será un suertudo.
Freddy Llanto
Socio Gerente de Auditoría
Buenísimo artículo, ya que además de inspirador nos exige a poner más empeño en nuestra preparación académica profesional.
ResponderEliminarGracias Maestro ✌
Muchas gracias, te invito a que nos sigas en nuestras redes sociales oficiales y blog, así podrás estar enterado de todas nuestras publicaciones.
EliminarMuchas gracias no hay excusas para seguir preparandonos, reconozco haberlo pero en esta profesion con alternativas y mucho por aprender..
ResponderEliminarGracias por tu comentario, te invito a que nos sigas en nuestras redes sociales oficiales y, así podrás estar enterado de todas nuestras publicaciones.
Eliminaramigo Fredy debe ser MIGUEL ANGEL CORNEJO y no mariano cornejo. disculpe si lo corrijo.
ResponderEliminarGracias Carlos, lo tomaremos en cuenta. Puede seguirnos en nuestras redes oficiales y estar enterado de nuestra publicaciones.
EliminarCada vez que escucho dentro de mis colegas que le suministren un formato con el cual realizar un documento, siento que solamente repiten lo mismo que muchos docentes hacen en clase, el cambio debe venir de la formación universitaria, muchos docentes han colgado los guantes y no desean iniciar un proceso de aprendizaje con las NIC y no adaptan los programas de estudios con ellas. Luego, los colegios donde como profesionales estamos agremiados tampoco están capacitando y actualizando de manera idónea. El compromiso es consigo mismo en preparse y estar a la altura de su profesión.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aportación y si, es muy importante estar preparados y comprometidos frente a cualquier profesión. Nos gustaría que sigas nuestro blog y puedas brindar más de tus opiniones.
EliminarLa pregunta es clave. ¿estudias para aprobar un examen o para acceder a un puesto de trabajo?. Sin temor a equivocarme la respuesta es si. !Que craso error!.
ResponderEliminarLa preparación debe estar dirigida para entender y dominar la disciplina profesional que se haya elegido, y por consiguiente actualizarse permanentemente en los cambios e innovaciones que se presenten para continuar ejerciendo con presencia académica, científica y empresarial.
Muy buena anécdota, felicitaciones.
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